PERSONAS CON PROBLEMAS MENTALES EN EL LUGAR DE TRABAJO

La salud mental incluye el ámbito emocional, el psicológico y el bienestar social. Influye en cómo piensan, sienten y actúan las personas. También ayuda a determinar cómo hacen frente al estrés, se relacionan con los demás y toman decisiones. Los trastornos de salud mental aparecen cuando la persona experimenta angustia o dificultades en alguna de estas áreas.
Los trastornos de salud mental afectan al estado de ansiedad de la persona, su estado de ánimo, personalidad, comportamiento y
bienestar psicofísico en general; los

trastornos de salud puede ser de leves a graves, pueden ser incapacitantes e interferir considerablemente con su calidad de vida.
Los trastornos de salud mental no siempre son visibles para los demás; este es uno de los principales problemas a que se enfrentan las personas que sufren la “enfermedad invisible” que aún a día de hoy tienen que lidiar con la falta de conciencia social y el estigma.
A continuación se describe la depresión como ejemplo de enfermedad de salud mental.

Un caso de depresión

Nombre: Frida
Edad: 38 años
Trabajo: Secretaria

 

El caso de Frida, que sufre depresión

Frida, de 38 años, muestra síntomas de depresión. Señala que tiene episodios de llanto diarios, se siente triste “todo el tiempo”, tiene problemas para dormir por la noche y está comiendo en exceso. Indica tener alteraciones del sueño porque a menudo tarda varias horas en dormirse, y algunas noches no puede dormirse en absoluto, y si lo consigue, solo duerme unas horas. Afirma que se pasa el tiempo despierta “pensando” y “con preocupaciones”. Se ha sentido triste y cansada durante algún tiempo, pero sobre todo ha perdido interés por su trabajo, y durante sus horas laborales a menudo le cuesta concentrarse y tomar decisiones.
A veces no es capaz de ir al trabajo y se pasa el día en la cama. En su opinión, pasa por algo más que “una mala racha”. Frida se siente terriblemente culpable por su situación, que afecta a la relación con su marido e hijos y la mantiene alejada de eventos familiares. Sobre todo, señala que se siente incapaz de trabajar fuera de casa en este momento; por lo tanto, la situación empieza a tener un impacto económico. Con frecuencia se siente incómoda estando con sus compañeros de trabajo, en quienes le gustaría confiar, pero teme que la consideren perezosa o malhumorada. Tiene miedo de hablar con su gerente y revelar su situación, pero no sabe qué hacer.

Depresión

1 Qué es

La depresión, también conocida como trastorno depresivo mayor o depresión clínica, es un trastorno emocional frecuente y grave. Quienes sufren depresión experimentan sentimientos de tristeza y desesperanza y pierden interés en las actividades de las que antes disfrutaban. No es lo mismo que pena o tristeza, que son generalmente reacciones naturales ante un evento o una situación adversos (p. ej., problemas en el trabajo o muerte de un ser querido). Las causas subyacentes pueden ser difíciles de determinar; con frecuencia, la depresión no tiene una sola causa sino que surge como reacción a una combinación de factores. La depresión es más frecuente en personas entre 25 y 44 años, y las mujeres son más proclives que los hombres a experimentar una depresión; no obstante, alrededor de una de cada seis personas pasa por una depresión en algún momento de su vida.

2 Síntomas

Para que se diagnostique depresión, la persona debe experimentar cinco o más síntomas durante un mismo periodo de 2 semanas:

  • Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi todos los días.
  • Interés o gusto notablemente reducido por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día.
  • Pérdida de peso significativa sin hacer dieta o aumento de peso, o mayor o menor apetito casi todos los días.
  • Una ralentización del pensamiento y una reducción del movimiento físico.
  • Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
  • Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inadecuada casi a diario.
  • Problemas para pensar o tomar decisiones, menor capacidad de
    concentración, casi a diario.
  • Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente sin un plan concreto, o intento de suicidio o plan concreto para cometer suicidio

Para recibir un diagnóstico de depresión, estos síntomas deben causar al individuo una angustia o deterioro clínicamente significativos en las áreas sociales, ocupacionales o en otras áreas funcionales importantes. Sin embargo, las manifestaciones de la depresión pueden variar en cuanto a intensidad y duración.
Pueden producirse episodios de depresión particulares en el postparto o coincidiendo con el periodo de menstruación, o surgir a causa de factores ambientales, como los cambios estacionales.

3 Tratamiento

El tratamiento de la depresión incluye las siguientes terapias, que a veces se aplican individualmente y otras veces en combinación con otras.

  • Antidepresivos, medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central de distintas formas; son de utilidad en las fases agudas de las crisis depresivas, reducen los síntomas en 4-6 semanas y se toman durante un periodo de 8-10 meses.
    Dado que la depresión es una enfermedad recurrente, el especialista, una vez terminado el episodio agudo, puede prescribir un tratamiento de mantenimiento preventivo o a largo plazo para reducir el riesgo de futuros episodios, especialmente en personas de alto riesgo.
  • Psicoterapia, que es un tratamiento efectivo para la depresión clínica. Por sí sola puede no ser suficiente para tratar una depresión grave, pero puede desempeñar un papel importante en conjunción con otros tratamientos, incluidos los fármacos. De hecho, mientras que los antidepresivos no tienen efectos sobre las causas que conducen a la depresión, la psicoterapia sí ayuda a las personas a reconocer los desencadenantes y problemas del estrés, así como a cambiar ciertos comportamientos y formas de pensar; resulta más efectiva para mantener los beneficios a largo plazo y evitar recaídas.

4 Aspectos psicosociales e impacto de la enfermedad en el empleo

La depresión es uno de los principales trastornos de salud mental. Supone un problema para quienes la sufren y para sus familias. Además, se está convirtiendo en una cuestión cada vez más importante en el lugar de trabajo

  • La depresión no siempre es visible para los demás, especialmente en los casos en que la depresión no es particularmente grave; así, tiene cabida en el término general “enfermedad invisible”. Las personas afectadas por una enfermedad invisible con frecuencia se enfrentan a la falta de conciencia social y el estigma. Como consecuencia de ello, estos individuos suelen enfrentarse a un mayor escepticismo y se les acusa de ser perezosos o tener mal humor.
    Estas actitudes contribuyen a aumentar los sentimientos de tristeza, culpabilidad y falta de autoestima ya presentes en una persona con depresión.
    En el lugar de trabajo se deben prevenir estos comportamientos con la mayor sensibilización de todo el personal de la empresa: percibir comprensión y solidaridad en el grupo de trabajo es para la persona un primer paso fundamental.
  • Por otro lado, a veces una persona deprimida no se da cuenta de la gravedad de la situación, minimizando su sufrimiento como «mala racha». Debido a la enfermedad, también puede parecer que no quiere o no puede buscar atención médica. Los compañeros de trabajo, así como los familiares y amigos, pueden intentar animar y dar apoyo a la persona en este proceso de toma de conciencia y búsqueda de apoyo médico y tratamiento.

Para tratar con personas con depresión y ayudarlas a seguir
trabajando o a reincorporarse al trabajo, la gerencia puede adoptar algunas intervenciones

Los síntomas depresivos, como cansancio, falta de energía y de iniciativa, dificultades para pensar y tomar decisiones o problemas de concentración, tienen importantes repercusiones en la vida laboral. Una de las consecuencias es el absentismo; otra es el presentismo. Muchas personas que sufren depresión siguen trabajando pero no rinden a plena capacidad (p. ej., pueden realizar trabajo de escasa calidad, no cumplir plazos, quedarse paralizados por la indecisión o tener dificultades para relacionarse con los compañeros, etc.).

  • Es fundamental entender las necesidades de las personas empleadas a distintos niveles y alcanzar un compromiso para manejar correctamente la enfermedad y ayudarlas a reincorporarse al trabajo y/o seguir trabajando.
  • Es fundamental favorecer un flujo de comunicación abierta y sincera entre la persona empleadora y la persona empleada con depresión durante todo el proceso.
  • La reorganización de horarios y calendarios y la flexibilidad en las horas de trabajo pueden ser más eficaces que el teletrabajo (p. ej., «trabajo inteligente» o smart working), que puede crear en la persona sentimientos de soledad y llevarla a rehuir el contacto social.
  • Un psicólogo ocupacional o un servicio de apoyo en la empresa pueden ser de ayuda para la persona, al ofrecerle la oportunidad de hablar libremente sobre su problema con un profesional competente.
  • Trabajar en el entorno para evitar el estigma: en concreto, es importante que los compañeros den apoyo a la persona con depresión, y esto solo se puede lograr si se educa a todo el grupo de compañeros de trabajo.

Para más información, véase:

Global Alliance of Mental Illness Advocacy Networks-Europe (GAMIAN-Europe) https://www.gamian.eu/

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